La comisaria mucho más atípica de la novela negra deberá enfrentarse a un crimen de inspiración artística.
Una mujer de ley, fuera del sistema, en búsqueda de la verdad.
La comisaria Ruiz regresa a Madrid para elaborar su defensa.
El viejo Jefe Superior de la policía ha logrado su suspensión en venganza por una antigua investigación y María está temporalmente fuera del cuerpo.
Pero eso no la va a frenar.
Es el mes de mayo, tiempo de fiestas en torno al río Manzanares, y la aparición de unos animales muertos es el primer rastro de una anomalía que próximamente dejará mucho más huellas mortales: la ejecución de una muchacha becaria de Historia del Arte en entre los puentes del río.
Y no será la única.
La policía investiga magia negra, acoso sexual o sadismo, pero los distintos hechos empiezan a constituir una serie de escenificaciones que van a llevar a la comisaria Ruiz hasta el legado de Goya.
Sin equipo, sin uniforme y sin pistola, María se encara en esta ocasión a un ser de extrema inteligencia, marcado por una obsesión y con capacidad de manipulación.
En su lucha contra el tiempo recorrerá casas okupas, túneles subterráneos y un Madrid oculto y extraño al Estado.