La ética utilitarista propone como único criterio de validez ética la optimización del exitación que una acción cause.
El utilitarismo de la preferencia de Peter Singer contribuye la novedad de que son los intereses de los damnificados los que han de ser maximizados.
Para el pensador australiano, el interés fundamental es el de no padecer, máxima que aplica sin dudar a las ocasiones más extremas que acaecen en las riberas de la vida humana, cuando según su parecer los seres humanos no son todavía personas o dejaron ya de serlo.
Singer propone ampliar el círculo ética más allá de los límites de nuestra especie, sometiendo a todo animal viviente a un idéntico principio, el de la reemplazabilidad: no existe pérdida si a cualquier ser no autoconsciente se le suprime sin padecimiento y en su lugar se trae a la vida a otro con la seguridad de que va a vivir de forma placentera.
El presente trabajo está concebido como una búsqueda de las raíces filosóficas y vitales de semejantes ideas, ciertamente estremecedoras, y de los razonamientos para combatirlas intelectualmente.