«En el momento en que termino un libro de cocina, inmediatamente me compro un nuevo cuaderno y empiezo a anotar las recetas novedosas que se me van ocurriendo.
Volví a la cocina e procuré recordar las que había hecho y no había anotado.
Esta vez, gracias a un accidente familiar, debí suspender recetas, novelas y cualquier otra cosa.
Pasado el percance, volví a la cocina e procuré recordar las que había hecho y no había anotado.
Y como resulta lógico, todo volvió a su cauce.
Este nuevo libro está compuesto de recetas muy sanas, muy ricas y muy fáciles.
Pero, más que nada, muy sanas».