Zoila del Campo y su hermana María, alias la Mayor viven en un pequeño poblado del campo chileno llamado Ojo Seco.
Allí sus vidas cohabitan cerca de la enfermedad degenerante que sufre Zoila y el trabajo de María en una empresa frutícola.
En este marco se dan a conocer el drama familiar que produce el estado de la personaje principal y los intrincados caminos que brotan de la rebeldía frente este, detonando ocasiones que hacen que el relato alcance tintes surrealistas, fabulosos y libres.
Este cuarto libro de la autora desemboca en problemas contingentes: globalización, interculturalidad, la sepa del diálogo como provocación y el escritor/la escritora como Enfermero/Enfermera de nuestra fragmentada y enferma conciencia.