Una divertidísima comedia romántica que nos recuerda que, aunque el amor tiene fecha de caducidad, en ocasiones puedes preservarlo para toda la existencia Una divertidísima comedia romántica que nos recuerda que, aunque el amor tiene fecha de caducidad, en ocasiones puedes preservarlo para toda la existencia.
Hola, soy Coral.
Siempre y en todo momento fui una romántica empedernida, hasta que el género masculino me rompió el corazón.
Después de múltiples desengaños, os juro que me dije a mí misma que no iba a dejar que nadie mucho más me hiciera daño.
¡Qué bonito es el amor, pero menuda mierdecita es padecer por él! Hoy por el día de hoy me creo una mujer relativamente feliz.
Trabajo como repostera, tengo unas amigas pasmantes y una preciosa hija a la que adoro.
En cuanto al temita hombres, lo único que pretendo es gozar de un sexo entretenido con ellos y poco mucho más.
Sin embargo, debo confesar que hay uno que provoca que se acelere mi atontado corazón cada vez que lo veo.
Lleva por nombre Andrew y es el jefe de seguridad de las giras musicales de mi amiga Yanira.
Andrew es un bomboncito prominente, de ojos oscuros, moreno y terriblemente atrayente.
Y si a eso le sumas que conduce una motocicleta y que tiene ese puntito ruin en su mirada que me vuelve ida, ¡ni te cuento! Pero Andrew es esquivo en lo que se refi ere a las relaciones amorosas, y eso me hace pensar que a él asimismo l. . .