Estos contenidos escritos y entrevistas, presentados por Stéphane Nadaud, y agenciados en un gran trabajo de archivista, nos traen al último Guattari, el de los años ecosóficos, de 1985 a su muerte en 1992. Hablamos de un despertar primaveral luego de los invernales años 80: lejos del tono depresivo que se le endilga, estos años son prolíficos, alegres y vitales.
Y pese a la novedad de sus trabajos cuyo motivo central es el de crear un objeto ecosófico compuesto de tres ecologías pero cuyas derivadas son múltiples ellos se se relacionan con todo un derrotero, centrado desde los años 60 en la investigación sobre los métodos de producción de subjetividad en la visión de una revolución molecular. El título de este libro alude claro está a aquel otro construido junto a Deleuze a inicios de los 90, ¿Qué es la filosofía? Prueba de esto es la manera recurrente en la que hace aparición esa luminosa consigna: bañarse en el caos para extraer la dificultad. Pero contra toda idea de un retorno a la naturaleza o de la reposición de neo arcaísmos, la apuesta de Guattari es, por de esta manera decirlo, hacia adelante y desde adentro, lo cual, si bien suene paradójico, no atenta en nada contra la búsqueda constante de autonomía y de una praxis libertaria.
No tiene que ver con la escapada del asceta, sino de marcar líneas de fuga inmanentes hacia nuevos probables, sin restar dificultad al presente.
Un orden objetivo mutante puede nacer del caos de hoy de nuestras ciudades tanto como una exclusiva poesía, un nuevo arte de vivir.