Este es el comienzo de una obra cuyo título, de entrada, es «Tarot», que si bien trata de un personaje de la vida de hoy, del mismo modo se puede retrotraer a otras épocas pasadas o futuras.
El tema trata de la soledad del hombre en medio de la sociedad que le aprisiona, que, al tiempo que no le deja disfrutar de sus provecho, tampoco le permite huír de ella, de su torbellino que todo lo absorbe, que todo lo abarca, y de cuyas garras es imposible huír.
El dilema es sencillo en su exposición, pero horriblemente complejo en su ejecución: el acatamiento a esa sociedad, o la desaparición.
Juan, el protagonista, es un hombre medio, inteligente, ingeniero técnico en una destacada empresa del ámbito informático, pintor por afición, y aficionado a las artes por norma general; con una enorme sensibilidad, prototipo de la persona que pudo llegar a considerablemente más, pero a quien le ha faltado el valor o el despotismo para abrirse sendero empujando a la cuneta a sus congéneres